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Despues de varias cervezas y un completo del carro de la esquina llegamos a su depto. despacito, la gente estaba durmiendo. entramos a su pieza y me presto un pijama, me daba verguenza cambiarme ropa de delante de ella, y cuando ella se desnudó la mire de reojo, no la pude mirar descaradamente, no me dio el cuero. cuando me desvestí, no supe si me miro, me hice la tonta.
No tenia una cama propiamente tal, eran 2 sillones unidos, era medio extraño pero se sentia bien, calentito y para que decir hundir mi nariz en su cuello, perderme en su melena, y acostarnos juntitas, abrazar su cintura breve, poner mi pierna sobre su pierna , que me rozara sin querer una pechuga, meter mi mano bajo su polera y acariciar su vientre, era tan rico y tan distinto...juntar nariz con nariz y besarnos lento, muy lento como si el reloj se hubiera echado a perder, dejarme tocar la espalda sin disimular la piel de gallina y el escalofrio. y nos besamos largo y tendido, me embriague de su aroma a mujer y conversamos de perfumes y tinturas para el pelo, nos imaginamos como cambiaria mi vida si fuera su pareja, y nos seguimos besando sin apuro, conversando weas de minas y de peliculas y libros y nos dormimos abrazadas, yo acurrucada en su pecho, oyendo la musica de sus latidos, mientras ella me acariciaba el pelo. Estuvo rica la noche, tranquila, nada impresionate ni enmudecedor, pense que talvez seria distinto, espere más pasion y talvez descubrir algo que me diera vuelta la vida... ella me dijo que yo no era un chocolate para comerselo al tiro que habia que disfrutarme, el chocolate quedo encima del velador y vino otro y se lo comio. No se que paso, en realidad no importa, fue una buena noche y con eso me basta.